Más que un aporte

Cada diseño es único, cada cliente es diferente y cada resultado genera un impacto distinto en cada persona. La arquitectura y el diseño es arte y se debe manejar como tal. No es lo mismo hacer una adecuación sencilla como colocar cuadros, ubicar muebles y pintar un espacio. Que inspirarse en crear diseños y muebles únicos que vayan acorde a las necesidades y estilos de cada cliente.

Cuando vemos un espacio nuevo es como cuando el artista ve un lienzo en blanco, a partir de eso su mente vuela y crea una pieza única. El proceso de diseño es algo parecido por lo tanto es diferente para cada arquitecto, para muchos las noches suelen ser nuestros espacios mentales de creatividad, no paramos de pensar hasta que tenemos la idea más o menos creada, es por eso que de pronto despiertas y tienes ya la idea de lo que quieres hacer, (¿te suena conocido?). El proceso comienza rápido, tienes que plasmarlo en un papel, o en el programa que uses, comienza la visualización, la búsqueda de referencias, comienzan los renders y las horas y horas de trabajo, café y más café, necesitas tu mente activa, el diseño comienza a tomar forma.

Finalmente ves el resultado y cuando logras superar lo que tenías en mente, sabes que ya puedes mostrárselo al cliente, coordinas una reunión, vienen los nervios y una descarga de adrenalina, pero cuando ves la cara del cliente y sabes que le gusto, no hay mejor sentimiento, sabes que lo has logrado. Tu mente puede volver a descansar, pero solo un poco, tu mente perfeccionista de arquitecto sigue trabajando, viene una nueva etapa ya el cliente te aprobó por ende puedes pasar a desarrollar el diseño.

Cada día que pasa ves que puede mejorarse o visualizas como va a funcionar cada cosa o cada elemento, vuelves a ver el diseño y sigues modificando detalles y seamos realistas, sabes que eso no va a parar hasta que el proyecto acabe. Finalmente has logrado visualizar, definir y plasmar todo el diseño desarrollado en un papel, ya con esto se puede ejecutar, tu mente descansa nuevamente pero solo un poco, ya que viene la mejor parte.

Cuando se ejecuta un proyecto es la parte más difícil y más satisfactoria para todo Arquitecto, ya que el diseño pasa de ser una idea a una realidad, el papel toma forma y lo que antes veías un día en tu mente se transforma en un espacio real, ahí es donde te das cuenta la importancia de tu carrera y el impacto que puede tener para cada familia, individuo, compañía, negocio, etc. El espacio que creaste, ¡es donde vive alguien!, o dónde prospera el negocio del cual dependen ¡muchísimas personas!, y entonces es cuando ves que tienes una gran responsabilidad y a la vez una gran oportunidad, ya que podemos cambiarlo todo para mejor, modificando entornos y aportando nuestros conocimientos y visión de manera positiva. ¿Se imaginan todo lo que pudiéramos hacer?, si tan solo por un segundo, por un instante, cerraras los ojos y pudieras imaginar cual fuese tu aporte a la humanidad como arquitecto que eres, ¿Que cambiarias?, la creatividad es un regalo para la humanidad, usemos este regalo sabiamente, si hiciéramos este ejercicio con cada proyecto que realizamos, ¿Se imaginan todo lo que pudiéramos lograr?

Por Pamela Escobar